25 Agosto 2025, 12:21
Actualizado 25 Agosto 2025, 12:21

A pesar de que algunos apuntan a intereses económicos detrás de los incendios forestales, lo cierto es que la legislación estatal y autonómica es clara: tras un fuego no se puede alterar el uso del suelo. La prioridad es la restauración de los terrenos quemados.

Tras un incendio, el uso del suelo no cambia

La Ley de Montes y la Ley extremeña del sector agrario establecen que los planes urbanísticos o de gestión del suelo se mantienen intactos después de un incendio. "El hecho de que haya habido un fuego no modifica la planificación previa ni los usos contemplados. Si el terreno era forestal, deberá seguir siéndolo durante al menos 30 años", explica Joan Pons, jurista ambiental en el despacho Insta de Cáceres.

Esto significa que no se puede recalificar un monte quemado para urbanizar, convertirlo en coto de caza o instalar placas solares, como sugieren algunos bulos en redes sociales. La única excepción es que el cambio de uso ya estuviera aprobado antes del incendio.

Más barato prevenir que extinguir

En cuanto a la madera calcinada, será la administración autonómica la que decida su aprovechamiento dentro del plan de restauración. El experto subraya además que "una gestión preventiva de los montes siempre resulta más eficaz y mucho más barata que apagar un incendio y reparar después los daños".