La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha reafirmado este jueves que su gobierno goza de "una salud de hierro" al ser cuestionada durante el pleno de la Asamblea de Extremadura por la oposición tras la ruptura de su pacto con Vox. Ha asegurado que su gobierno no se achanta y da la cara por la gente, al tiempo que ha criticado al Gobierno central que está, ha dicho, "impulsando la degeneración".
Los socialistas le han recordado que está en minoría y sin proyecto de región. "Para usted los pactos no son una opción, son una obligación", ha asegurado José María Vergeles desde el PSOE, que ha instado, además, a la presidenta a tener a partir de ahora un diálogo de 28 diputados a 28 diputados. Un guante que recogen desde la Junta, pues María Guardiola le ha contestado que ella cree en los acuerdos y en la convivencia política.
Una mano que el Gobierno regional tiende a toda la oposición, incluida Unidas por Extremadura, que insiste, por su parte, en que se someta a una cuestión de confianza. Irene de Miguel considera que sería lo más honesto, para saber con qué apoyos cuenta y con qué programa va a trabajar. La respuesta de la presidenta ha sido que la última cuestión de confianza han sido las elecciones europeas en las que "Extremadura votó PP".
