8 Septiembre 2025, 13:22
Actualizado 8 Septiembre 2025, 14:37

El 8 de septiembre en Extremadura es también fe, silencio y camino. Como cada año, miles de peregrinos han puesto rumbo al Monasterio de Guadalupe para honrar a la Virgen, patrona de la comunidad, en el Día de Extremadura.

Muchos lo hacen a pie, siguiendo el histórico Camino Real de Guadalupe, que entre los siglos XIV y XVII fue la ruta de peregrinación más popular de la península. Hoy, pese al paso del tiempo, sigue congregando a devotos llegados no solo de Extremadura, sino también de regiones vecinas como Castilla-La Mancha.

De Extremadura, España y el mundo

Entre ellos está William Castillo, un joven mexicano que confiesa emocionado: “Nunca fui a ver a la Virgen mexicana y hoy peregrino aquí”. A su lado, Silvia Nicoleta camina junto a su padre Jorge desde Valdivia en su primera peregrinación: “Hubo momentos en los que pensé en rendirme, pero al final decidí seguir porque ya estaba muy cerca de la Puebla”, asegura con una sonrisa cansada.

Otros lo hacen por promesa, como Blas Morato, llegado desde Villanueva de la Serena. Y, al entrar en Guadalupe, la emoción se desborda: “Es imposible describir lo que se siente al llegar ante ella”, confiesa entre lágrimas Alicia Delgado.

A la llegada, los peregrinos se mezclan con cientos de devotos que buscan ese instante de recogimiento ante la Virgen. Allí, las Damas de la Virgen se encargan de atender cada detalle. “Estamos aquí para ayudar e informar”, explica María Jesús Ríos. Su compañera María Paredes añade: “Les curamos las heridas de los pies y les damos un masaje en las piernas”.