El 82% de los menores españoles de entre 10 y 15 años tiene un teléfono móvil, según el INE. Pero su abuso tiene consecuencias.
Por eso estos días una profesora y madre de dos hijos ha lanzado una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir al Congreso de los diputados una ley que prohíba el uso del teléfono móvil antes de los 16 años, que es la edad en la que según los expertos empiezan a madurar los adolescentes. En una semana ya ha recogido más de 43.000 firmas.
¿Qué hacemos las madres y padres?
La petición no es más que el reflejo de la preocupación de las madres y padres, que ven cómo a partir de los 10-11 años sus hijos piden su propio teléfono móvil. Y ¿qué hacemos? "Pues a mí me lo piden pero yo no se lo compro", nos dice una madre.
"Es un conflicto porque nosotros queríamos alargarlo hasta los 14 años y al final se lo hemos tenido que compra", nos dice otro padre. " Mis hijos no lo tienen en propiedad, les dejo el mío en momentos puntuales para que enreden", cuenta un tercero.
"Tenemos estudiantes que no entienden los textos de más de cuatro frases"
El problema llega cuando no es solo enredar. Porque está demostrado que el abuso del móvil genera problemas de sueño, ansiedad y falta de concentración. Tanto que los docentes de institutos ya está notando déficits graves.
"Vemos a niños más cansados en las aulas, y sobre todo lo notamos en el déficit de atención, porque en cuanto leen cuatro frases solo se enteran del principio", nos cuenta José Ramón Valdivia, profesor de lengua de un instituto de Plasencia.
Educar es la solución
Y entonces ¿cuál es la solución? ¿prohibimos el uso de móviles por debajo de los 16 años? Los expertos creen que prohibir no es la solución porque nuestros hijos han nacido en un mundo de móviles y hay que saber adaptarse desde la educación.
"Y esa educación conlleva primero que los padres nos formemos porque muchas veces saben más los niños que nosotros y en segundo lugar regularlo como hacemos los padres con otras cosas, con unas normas y unos límites", dice Carlos Pajuelo, psicólogo experto en educación.
De momento solo tres comunidades autónomas prohíben el uso del móvil en las aulas españolas. Extremadura delega esa responsabilidad en los propios centros educativos.