El cigarrillo electrónico apareció hace unos años como alternativa al tabaco. Sin embargo, ahora, un informe de Sanidad alerta de los peligros que hay detrás de estos productos. Según este estudio, vapear no es más sano ni ayuda a dejar de fumar, e incluso advierten que su consumo puede provocar enfermedades a corto plazo, pues el aerosol del cigarrillo electrónico contiene sustancias cancerígenas.
Por otro lado, un gran número de consumidores asegura que sí les ha ayudado a dejar de fumar, y los vendedores apuntan que su uso reduce hasta en un 80% el consumo de tabaco.