Parece imposible llevar bien la vuelta de un período de vacaciones. Sobre todo si han sido muy prolongadas o muy distintas a nuestra vida habitual. Por eso los especialistas recomiendan volver de forma escalonada. Una opción es estar en casa un par de días antes de regresar al trabajo, para comenzar a adaptar horarios y rutinas. La psicóloga Marga Sánchez Pericuesta recomienda además "seguir disfrutando y mantener momentos y actividades que nos resulten agradables como quedar con amigos o hacer ejercicio".
Algunas personas además somatizan ese rechazo o pereza ante la vuelta al trabajo, "padecen dolores de estómago, de cabeza. Apatía, falta de interés por las cosas, tristeza", explica Sánchez Pericuesta.
Pero a veces no es tan fácil tomar estas medidas preventivas "yo vuelvo hoy y mañana empiezo", "yo llego a mediodía y tengo la tarde para deshacer las maletas, mañana a trabajar, es lo que hay", es lo que nos cuentan algunos viajeros.
Y a veces nos olvidamos de los más pequeños de la casa, ellos también sufren el síndrome postvacacional, pero atribuimos los síntomas rabietas o rebeldías. Según la psicóloga Sánchez Pericuesta, "ganas de llorar, dolores, fatiga, falta de apetito, o no querer separarse de sus padres tras un período largo junto a ellos" son indicadores en los niños. Y recomienda a los padres "escucharlos en positivo y hacer un acompañamiento respetuoso". También es conveniente hacerlos partícipes, añade, de los preparativos para la vuelta al colegio. Y mitigar así su preocupación por cómo será el nuevo curso, o el maestro nuevo, o los compañeros.