La pandemia también está afectando a los jóvenes extremeños a la hora de decidir si se independizan o no. En 2020, sólo 1 de cada diez se emancipó durante los primeros seis meses del año. En total, sólo el 16% del colectivo juvenil estaba emancipado en ese periodo. Son tres puntos menos que el año anterior.
Es la consecuencia directa de la pérdida de empleo por el impacto económico de la pandemia y de la precariedad salarial de quiénes mantienen su trabajo. Aquí el sueldo medio de la población joven no alcanza ni los 800 euros mensuales.
Casi la mitad, en paro
Los datos los revela un informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de Extremadura, que también advierte de que casi la mitad de los jóvenes de la región está en el paro. En concreto, el 48,3 por ciento. Son ocho puntos más que la media nacional. Una cifra que asciende además hasta el 57 por ciento en el caso de las mujeres. Y esta falta de oportunidades llevó a 1.903 jóvenes a marcharse de la comunidad autónoma en el primer semestre de 2020.
Para frenar esta sangría de población, desde el Consejo de la Juventud piden un gran pacto generacional. Y solicitan también que se les incluya en los perfiles con derecho a recibir el ingreso mínimo vital.