En Valverde de la Vera el tintineo de las vilortas volvió a sonar esta madrugada en la ancestral fiesta de los Empalaos, pero no se vivió con la multitud de otros años. La lluvia incesante hizo que solo un penitente se atreviera a empalarse y desfilar por las 14 estaciones de penitencia del municipio.
Los preparativos en casa
El joven Adrián, vecino de Valverde, fue el único que desafió a la lluvia para cumplir con la tradición de los Empalaos del viernes santo. En casa, de madrugada, sus allegados lo ayudaban a vestirse. Una soga de esparto le envuelve el torso y los brazos desnudos mientras en la espalda lleva un timón de arado.
Una tradición ancestral que comenzó en la época celta. "Es una tradición arraigada al pueblo, que ya en la época celta celebraba el paso de la infancia a la juventud y que luego se cristianizó en el siglo XV y fue añadiendo símbolos hasta como la conocemos actualmente", nos cuenta Pepe Casado, vecino de Valverde. Un velo blanco y una corona de espinas completan la vestimenta del empalao para salir al viacrucis.
Viacrucis con 14 estaciones
Durante una hora, el penitente recorre las 14 estaciones de penitencia, y en cada una de las cruces, se arrodilla. Decenas de familiares y vecinos lo acompañan en un sobrecogedor silencio, solo roto por el tintineo de las vilortas que penden de sus brazos. Su hermano Ángel se encarga de iluminar el camino para evitar tropiezos. También limpia sus pies desnudos. "Ahora con la lluvia es más peligroso, porque el camino está lleno de piedras y yo le he ido limpiando para que así sufriese lo menos posible", nos cuenta.
"Con la lluvia salir de empalao es más peligroso"
Casi una hora después de recorrer las calles del pueblo, el empalao regresa a casa, donde su familia le retira las sogas y los abrazos reconfortan el sufrimiento. Ha cumplido su promesa y con ella, la tradición continúa.
Nueva oportunidad
La madrugada del Domingo de Resurrección y el día de las Cruces, ya en el mes de mayo, habrá una nueva oportunidad para quienes quieran salir como empalaos en esta fiesta de interés turístico regional. Una decisión personal y totalmente anónima, arraigada a la cultura más íntima de Valverde de la Vera.
Los 'Empalaos' no procesionaron pero sí sonaron en una noche histórica en Valverde de La Vera
