El periplo comenzó en mayo del año pasado, cuando recibieron una factura de luz 200% más alta de lo que suelen pagar al mes. De 200 euros, esta empresa pasó a pagar 600. Justo unos días antes habían cambiado de compañía eléctrica, lo que les hizo sospechar el origen del problema.
Se trata de una empresa de venta de materiales de la construcción. Ascensión Calderón, una de sus responsables, nos cuenta que "empezaron a llegar facturas desorbitadas, empezamos a reclamar y parece ser que hubo un error en el CUPS".
Se equivocaron en dos números
El CUPS es el punto de suministro, cada cliente tiene uno y habían bailado dos números sin percatarse a la firma del contrato. Reclamaron a la compañía eléctrica, devolvieron los recibos, se han cambiado dos veces más de compañía pero el problema, las facturas desorbitadas, persistía. "Nos enteramos bajo cuerda que estábamos pagando las facturas del colegio" de Orellana, afirma Calderón.
El ayuntamiento de la localidad ha sido consciente del problema y está colaborando para asumir las facturas y aclarar el error. Pero por ahora, la justicia acaba de fallar en contra de la empresa: deben abonar las primeras facturas que devolvieron a la primera compañía a pesar del error en el número de contador.
