7 Octubre 2021, 17:35
Actualizado 7 Octubre 2021, 17:35

Del colegio y de la cultura popular sabemos que el Sáhara es el desierto más grande del mundo, con casi 9,5 millones de kilómetros cuadrados, unas 16 veces la península Ibérica. Ahí es nada. Todos nos podemos hacer una idea de la vasta extensión de arena, sequedad y calor que es. Sin embargo, este paisaje fue verde, húmedo y frondoso. La última vez, hace unos 5.000 años. Una prueba son las numerosas pinturas rupestres que se encuentran en cuevas y que reflejan ecosistemas más  húmedos y muy distintos a los actuales con jirafas, cocodrilos y rinocerontes. 

Un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigación de ciencias de la Tierra (GFZ, German Research Center for Geosciences) ha reconstruido los cambios climático naturales de los últimos 160.000 años en el norte de África y han descubierto que esos episodios de lluvias y de fertilidad tienen cierta periodicidad y una duración de 5.000 años. 

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Descripción general del área de estudio en el norte de África y frente a las costas de Libia. También se pueden ver los antiguos cursos de los ríos y el lugar donde se tomó el núcleo de sedimentos. Crédito: Axel Timmermann

Para ello, han tomado muestras de los sedimentos marinos del golfo de Sirte, frente a las costas de Libia. Estas capas de tierra y lodo se han ido estratificando en el fondo marino a lo largo de los miles de años. Se sospecha que muchas de ellas tienen un origen fluvial, debido a sus estructuras,  a su disposición y a los restos biológicos hallados.

 "Sospechamos que cuando el desierto del Sahara era verde, los ríos que actualmente están secos habría estado activo y habría traído partículas al Golfo de Sirte ", dice la autora principal Cécile Blanchet

Antes de ellos, otros científicos demostraron que los ríos del norte de África, que ahora están secos, hace miles de años corría por ellos un caudal y que esos sedimentos de golfo de Sirte proceden del arrastre de las aguas.  Con lo cual, el círculo quedaría cerrado, pero hay que demostrarlo. 

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Cambios en el hidroclima y los paisajes del Sahara. Las líneas azules muestran la ubicación de los actuales ríos Nilo, Níger y Senegal. Los sistemas paleo-fluviales (ríos Kufrah, Sahabi, Irharhar y río Tamanrasett) y el paleo-lago Chad, aparecen dibujados en verde. Los patrones de precipitación actuales se indican como líneas de contorno de las tasas de precipitación mensual en invierno (febrero, en azul) y en verano (agosto, en rojo). Las líneas grises muestran la circulación anticiclónica en el Golfo de Sirte. Fuente: Nature Geoscience

El método de extracción de los sedimentos lo hizo el Centro Helmholtz de Investigación Oceánica GEOMAR de Kiel (Alemania) a base de unos cilindros huecos de unos 9 metros de longitud que se sumergen en el mar. Una técnica que se conoce como “piston coring”. Una vez que lo sacan a la superficie, en la columna de lodos aparecen todo tipo de restos de suelos, plantas y animales procedentes de la superficie terrestre y que fueron arrastrados en su día por los ríos. 

A partir de ahí, entra la combinación de la simulación informática del clima que demuestra que el clima en el norte de África ha ido cambiando, al menos, en los últimos 160.000 años. Los resultados han aparecido en la revista “Nature Geoscience”

Muchos de estos cambios climáticos globales a tan gran escala tienen su origen en causas astronómicas. Son los conocidos ciclos de Milánkovich, los cuales explican las glaciaciones y sus periodos de recurrencia. Todo parece apuntar que la alternancia de periodos de sequedad y de reverdecimiento del desierto va de la mano con el aumento y la disminución de las capas de hielo polares. 

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Estos son los cilindros que recogen la muestras del suelo marino. A​utora: Cécile Blanchet.

 "Descubrimos que son los leves cambios en la órbita de la Tierra y el aumento y disminución de las capas de hielo polar lo que marca el ritmo de la alternancia de fases húmedas con alta precipitación y largos períodos de aridez casi completa", explica Blanchet.

Estas fases húmedas se producen, más o menos, cada 5.000 años y tiene toda la pinta de que están detrás de las grandes migraciones de las antiguas civilizaciones que se dieron en el norte de África 

Más información en: https://www.nature.com/articles/s41561-020-00671-3