El incendio de la localidad portuguesa de Pedrógão Grande en junio de 2017 se cobró 67 víctimas mortales y causó 135 heridos. Este desastre natural marcó un antes y un después en las técnicas de extinción, además puso de forma más evidente el papel del cambio climático en estos eventos.
En un planeta con olas de calor cada vez más extremas, con sequías más agresivas y con un debilitamiento del régimen de vientos, junto con un abandono de las labores agrícolas rústicas, se están convirtiendo en un conglomerado idóneo para que estos fuegos se conviertan en incontrolables, salvajes y letales.
A raíz de ese suceso surgió un movimiento encabezado por jóvenes y adolescentes de esos países, pero no por ello desdeñable. Han tenido el suficiente coraje para llevar ante los tribunales a 27 estados miembro de la Unión Europea y cinco países más, incluidos Rusia y Reino Unido, por la inacción para tomar medidas, a su juicio, contra el cambio climático.
Estamos pendientes de la sentencia, y no se descarta que les sea favorable. En el caso de que así sea, no se busca un fin económico, sino que los países denunciados tomen acciones decisivas para mitigar las consecuencias del clima futuro.
Sobre este tema estuvimos hablando con Eduardo Robaina, coordinador de la revista “Climática”, y estudioso de este caso. Además, aprovechó para comentarnos su proyecto futuro más inmediato: un libro sobre la calima, a caballo entre el arte, la fotografía, la ciencia y la denuncia social. Esta entrevista se emitió en “El Sol sale por el oeste” el pasado martes, 23 de abril de 2024.