Avispa posada en un nido de primavera
Entre los molestos insectos del verano, las avispas es uno de ellos. Sobre todo por las picaduras que producen, muy peligrosas para algunas personas. José Luis Yela, del Área de zoología de la Universidad Pablo de Olavide, las denomina “feroces arlequines sociales”. Podríamos relacionar esas palabras por la rabia que parecen soltar cuando nos pican, pero lo cierto es que se les considera depredadores activos y a veces muy agresivos, capturando otros insectos, arácnidos y materia orgánica. Las altas temperaturas ayudan a hacerlas más visibles, o a aumentar su actividad vital, pero algunas están con nosotros todo el año.
Viven en función de las estaciones del año
Estos insectos sociales, que viven en colonias con una reina dedicada a la tarea de reproducción, producen sus nidos con el objetivo de reproducirse y protegerse. Su ciclo de vida depende del sexo y de la meteorología. Es curioso que solamente sobreviven al invierno las hembras fecundadas (reinas), y para ello lo pasan escondidas en tejados o bajo las cortezas de los árboles, donde las temperaturas no son tan bajas. Por eso, aunque no lo sepamos, durante las estaciones frías podemos tener avispas a nuestro alrededor, pero no se manifiestan.
Cuando llega la primavera- durante los meses de marzo, abril o mayo- depende de dónde estemos, cada individuo hembra comienza a formar una nueva colonia. Como casi todo en esta vida, en sus inicios esas colonias son pequeñas, pues son las hembras las que tienen la labor de construir el avispero y la alimentación de las larvas que están en el interior de los orificios que nosotros vemos. Y por ello los avisperos inicialmente tienen pocos agujeros, que son los que vemos en la primavera.
Durante las estaciones frías podemos tener avispas a nuestro alrededor, pero no se manifiestan
Según avanza el año, y aumenta la temperatura, la reina tapa las celdas donde se encuentran las larvas para que éstas sufran una metamorfosis y den como resultado, tras un par de semanas, las avispas que nosotros vemos y que son obreras. Ellas son las que se encargarán de ampliar los avisperos, hasta que alcanzan los tamaños que vemos en verano, y alimentar las larvas con los insectos o restos de materia orgánica que depredan.
Por eso cuando comemos en el campo, o en una terraza, vemos que vienen a la comida para llevársela a sus larvas y aumentar su colonia. En la estación del calor, las colonias que empezaron por 10 individuos pueden llegar a ser miles. ¡Y todos descendientes de una misma hembra, la reina!
Su ciclo de vida depende del sexo y de la meteorología
Todo termina cuando el verano finaliza y llega el otoño. Es el momento en que la reina deja de producir individuos. Los machos y hembras se dispersan. Ellas son fecundadas. Ellos mueren y las hembras se refugian para cuando llegue la primavera volver a empezar.
¿Por qué nos pican con esa rabia?
Las avispas tienen el instinto de proteger lo suyo. Tanto la comida como el avispero. Por eso si nos acercamos a un avispero, o agarramos algo que tiene un avispero en su interior, rápido salen a picarnos o mordernos. Están sintiendo que invaden su espacio. Los machos no pican, son pocos y solamente salen al final del verano. Son las reinas y las obreras las que usan su aguijón para picarnos sin dejarlo dentro de la víctima.
Unos insectos muy interesantes…
Se han quedado muchas cosas interesantes de las avispas en el tintero. ¿De qué están hechos los avisperos? ¿Cómo influye el clima o las condiciones atmosféricas en la presencia de las colonias y los nidos? La pregunta que se hace mucha gente: ¿tienen alguna función en los ecosistemas? Próximamente os hablaré sobre esta otra parte. La Universidad de Extremadura ha investigado sobre ello.