El Sol está lejos de ser una esfera perfecta e inmutable a lo largo de los siglos que da luz y calor al planeta. Es una bola formada, principalmente, por los dos gases más livianos del Universo, como son el hidrógeno y el helio. En él se dan procesos nucleares que hacen que estos elementos químicos generen energía.
La superficie del Sol está a unos 6000ºC, por término medio, aunque cuando "se enfada", crea eyecciones de materia hacia el espacio exterior provocando un aumento de temperatura de unos 15 millones de grados, más que el propio núcleo. En cambio, hay zonas "más frías" llamadas manchas solares, de apenas 3000 o 4000ºC. Son áreas de gran extensión (hasta 10 veces el diámetro de la Tierra) y sus primeros registros datan de la época de Galileo.
Basándose en los datos de diversos observatorios de la península, el equipo de Víctor Manuel Sánchez Carrasco, de la Universidad de Extremadura, ha publicado recientemente un estudio sobre la evolución de las manchas en los últimos siglos. Los resultados arrojan una valiosa información del comportamiento de nuestra estrella más cercana y poder predecir su evolución futura.
Uno de los puntos fuertes del trabajo es poder proteger nuestra tecnología de las tormentas magnéticas solares que darían al traste gran parte de nuestra tecnología, con incalculables pérdidas económicas y, seguramente, también humanas.
La labor de Sánchez Carrasco se ha visto premiada el año pasado por European Geosciences Union (Unión Europea de Geociencias) dada la prolífica trayectoria de este joven científico.
Esta entrevista se emitió en "El Sol sale por el oeste", el viernes 21 de abril de 2023.