Desde hace unos días Centroeuropa está bajo los efectos de un calor insólito para estar en la recta final del mes de febrero.
La entrada de una masa de aire cálido de procedencia norteafricana ha hecho que nuestros vecinos europeos saquen la manga corta del armario tempranamente.
Y es que no es para menos. Si echamos un vistazo al mapa de anomalías, notaremos que los registros están hasta 10ºC por encima de lo habitual para esta época del año.
[mapa anomalías]
Alemania ha sido uno de los países más afectados (seguramente, el que más). Lleva desde el lunes batiendo récords de temperatura que jamás se habían registrado desde el inicio de las observaciones. En Hamburgo-Fuhlsbüttel estos cuatro días que van desde el domingo hasta hoy, miércoles, están entre los 5 más cálidos del invierno desde 1937. El lunes se alcanzaron los 18,9ºC, equiparables con los que tuvimos en Mérida la semana pasada.
Todas las estaciones de la ciudad de Berlín han superado los 19ºC por primera vez desde que empezaron las observaciones meteorológicas a finales del siglo pasado.
Registros que han pulverizado las marcas históricas en otras ciudades, como en Postdam: el lunes se alcanzaron los 19,9ºC, arrasando el valor de 18,6ºC del 21 de febrero de 1990, máximo de la serie desde 1893. Merecen destacar los 18,9ºC de Leipzig; los 16,6 de Hannover y los 19,1 de Gotinga (récord desde 1927).
Situación, sin duda, anómala, y que contrasta claramente con la que había hace un par de semanas cuando el frío dominaba el Viejo Continente. Volviendo al caso de Gotinga, el pasado 14 de febrero el mercurio llegó a los -23,8ºC. Si nos paramos un momento a echar la resta, la cuenta nos da una diferencia de 41,9ºC en 10 días.
No sólo los alemanes están bajo el régimen de las altas temperaturas. En Francia el calor atípico ha establecido nuevos récords en observatorios que llevan en funcionamiento más de 60 años como son en Arc et Senans (Portarlier, Melun), Colmar y Phalsborug. Y todo ello con mañanas más propias del mes de abril… e incluso mayo como ha sido el caso de Brest o Carcasona, donde se han dado las mínimas más altas jamás registradas.
Mientras en Polonia, además de los récords de altas temperaturas, contamos con la presencia de la calima: ese polvo en suspensión que deja macilento el cielo, recordándonos paisajes más meridionales.
Y todo esto sin heladas en Suiza. Esta pasada noche el mercurio no ha bajado de los 10ºC en estaciones ubicadas a más de 1.000m de altitud, como Hörnli (1133m, muy cerca de Zúrich). Las máximas también coquetean con los registros históricos máximos como en St. Gallen con 18,0 y Glarus con 19,4ºC, respectivamente.
Sin embargo, esta situación parece tener las horas contadas. Si no hay novedades, durante el fin de semana avanzará un frente frío desde el norte de Europa que hará que los termómetros se descalabren y se mantengan con tiempo más propio de principios del mes marzo.