'Penélope', según Homero: la más astuta de las mujeres, llega a Mérida para desmontarnos el mito, alejarse de la leyenda y convertirse en un símbolo de la resistencia, de la mujer conocedora de sí misma y dueña de su destino. Dice la directora de la obra que no viene a hablarnos de la 'Odisea' ni de las peripecias de Ulises. Esta es, asegura Magüi Mira, la historia jamás contada, la historia del viaje de Penélope. No veremos, por tanto, sobre el escenario a la fiel y paciente tejedora que espera que su marido regrese de la batalla. Será otra Penélope, la más desconocida.
Belén Rueda se meterá en la piel de esta heroína silenciosa, pero tenaz. Es para ella la primera vez en el Teatro Romano y confiesa que le impone respeto. Junto a María Galiana, en el papel de la tata Euriclea, sostiene el peso de la representación y capitanea un elenco de 19 actores, nueve de la compañía y diez figurantes extremeños. El movimiento escénico también se convierte en protagonista haciendo, dice la coreógrafa María Mesas, más con menos para envolverlo todo.
'Penélope' bajará el telón de esta atípica edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y hará con un regalo: una función más el lunes 24 de agosto. Las entradas aún no han salido a la venta en la web del Festival.
La trama, la urdimbre, la espera
