El 20% de la población que ha tenido coronavirus sigue con síntomas persistentes hasta cinco semanas después de recibir el alta. Es una cifra que preocupa a muchos pacientes, especialmente al 10% de la población que, tres meses después de ‘superar’ la enfermedad, al menos administrativamente y a ojos de sanidad, no han dicho adiós a los síntomas.
En Extremadura, 279 personas viven con secuelas o síntomas persistentes relacionados con la medicina interna según los datos aportados por el Servicio Extremeño de Salud, mientras que hasta 512 personas siguen con secuelas neumológicas tras recibir el alta sanitaria.
La doctora y profesora de la Universidad de Extremadura, Silvia Torres, explica que recibir el alta está asociado a la fase aguda de la enfermedad, pero no a los síntomas, pues estos pueden permanecer, tal y como demuestran los datos, en muchos casos durante un periodo de tiempo prolongado, por lo se denominan entonces síntomas persistentes.
"El alta está asociado a la fase aguda de la enfermedad, pero no a los síntomas, pues estos pueden permanecer"
La comunidad sanitaria no tiene claro, sin embargo, si son secuelas o síntomas persistentes, un matiz importante que plantea el enfrentarse a una enfermedad nunca vista anteriormente.
Al menos, explica Torres, no existe una variación o modificación importante en el órgano en el que se producen estos síntomas. Sin embargo, añade, sí se produce un hecho llamativo cuando el paciente explica síntomas a la perfección que no son capaces de detectar las pruebas diagnósticas.
Una de las secuelas más temidas era la fibrosis, pero la gente denota más cansancio de la que podía provocar esa patología. Hasta ahora, ha señalado la doctora, no se ha encontrado una incapacitación importante que no permita tener una vida más o menos estables.
¿Cuáles son los síntomas que permanecen?
Algunos de estos síntomas que se abordan como secuelas o síntomas persistentes están relacionados con la concentración, los problemas de memoria, la ansiedad, el insomnio o los cambios de humor.
