La plantación de tomate para industria está a pleno rendimiento en Extremadura. Los agricultores ya están trabajando para cumplir con los objetivos marcados para esta campaña, aunque las precipitaciones de los últimos días han retrasado ligeramente las labores de trasplante.
A pesar de este retraso, de momento se está cumpliendo con el programa de plantación. Una situación muy diferente a la del año pasado, cuando las fuertes lluvias de la primavera retrasaron la plantación de las variedades de tomate más tempranas. A ello se unieron las altas temperaturas durante los meses clave de las variedades más tardías, que perjudicaron el rendimiento final.
“El cultivo del tomate es muy delicado para las temperaturas”, tal y como explica el agricultor Herminio Íñiguez al equipo de La Besana en Verde. Este agricultor lamenta que en 2020 recogió una de las cosechas más bajas de los últimos años.
Domingo Fernández, presidente Tomates del Guadiana, también espera que este año mejoren los datos de la pasada campaña, en la que las cosechas se redujeron de media un 20% en Extremadura.
Además, los agricultores insisten en la necesidad de una mejora en los precios para poder cubrir los costes de producción, ya que algunos aseguran que se han visto obligados a reducir el número de hectáreas dedicadas al tomate.
De momento, este curso los contratos se han cerrado en una media de 78 euros la tonelada, 8 euros más que en 2020. Sin embargo, a pesar de este incremento, el sector lamenta que esta cotización aún sigue siendo insuficiente.