Hace casi dos meses, Julio Trujillo Bote nos atendía en su casa de Castañar de Ibor, que está justo en frente de la iglesia. Entonces se acababa de declarar el toque manual de campanas español como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Su energía, pese a tener 90 años, nos llamó la atención. Aprendió a tocar las campanas de la iglesia de su pueblo con seis años y aún lo seguía haciendo. Ya no podía subir al campanario, pero entonces nos deleitó con su maestría tirando de las cuerdas que hacían tañer las campanas.
Julio ha fallecido. Ha muerto un vecino muy querido y el campanero más longevo de Extremadura.
Tal y como nos contaba entonces, a él no le importaba si alguien le sustituiría cuando él ya no pudiera hacer un repique de campanas o avisar de que había fuego cerca. Nos dijo: "Yo lo que quiero es volver a ser joven".
A sus 90 años, Julio sigue tocando las campanas en Castañar de Ibor