Esta próxima madrugada estrenamos horario de verano y llega el tradicional cambio de hora.
A las dos serán las tres, un ajuste que provocará que el domingo solo tenga 23 horas y que se duerma una hora menos.
Un cambio horario que se produce cada año el último domingo de marzo y que, según los expertos, nos afecta ya que "nuestro cuerpo tiene que readaptarse", explica Ana Beatriz Rodríguez, Catedrática en Fisiología de la Universidad de Extremadura.
Por eso, recomienda "una buena alimentación, hacer ejercicio de día y levantarnos antes y acostarnos a la misma hora que hacíamos con el anterior horario".
Nuestro país, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, está obligado a cambiar la hora en cumplimiento de una directiva europea, con el fin de contribuir con el ahorro energético y aprovechar las horas de luz solar en los meses de verano.