Extremadura destinará este año alrededor de 20.000 hectáreas al cultivo del arroz, cuya campaña arrancará en octubre, una cifra ligeramente superior a las 19.038 hectáreas del año pasado.
Las previsiones apuntan una producción de unos 9.000 kilos por hectárea, lo que supondría unos valores similares a los de 2020, ha explicado a Efe el presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno.
Consecuencias de los acuerdos de libre comercio
Pese a este ligero incremento en el número de hectáreas, el sector vive un periodo de estancamiento, como se demuestra en los precios, como consecuencia, entre otras, de los acuerdos de libre comercio firmados por la Unión Europea con terceros países. Esta circunstancia hace que entre a España arroz de países como Vietnam, uno de los principales productores del mundo, producto “mucho más barato aunque de menor calidad”.
Moreno ha explicado que Coag ya alertaba justo ahora hace un año de las consecuencias que tendrían estos acuerdos de libre comercio y la entrada de productos más baratos de terceros países para sectores como el arroz, el aceite, el tomate o la fruta extremeños.
Estos acuerdos “chocan con las normativas fitosanitarias que la Unión Europea exige para sus propios productos, unos requisitos que sin embargo no pide a los terceros países, cuyos productos son además de mucha menor calidad”.
Futuras normativas
Unas exigencias que aumentarán además con la nueva reforma de la Política Agraria Comunitaria y con la Estrategia Verde 2025, lo que “apretará aún más las cuerdas del pequeño agricultor europeo, y que solo tendrán un gran beneficiario, los fondos de inversión internacionales”.
Moreno ha insistido en que las decisiones internacionales “están haciendo un gran daño al agricultor”, pues a estos acuerdos comerciales se unen también otras circunstancias vividas en los últimos años, como son los aranceles estadounidenses, el Brexit británico o el veto ruso.