Adoquines irregulares al estilo de la calzadinha portuguesa. La calle San Juan de Badajoz cambia su imagen, mostrando un claro guiño al estilo típico del suelo portugués.
Como el gallo, el vinho do Oporto o el fado, la calzadinha es otro de los símbolos que nos evocan a Portugal. Este empedrado se utilizó, por primera vez, en Lisboa, a mediados del siglo XIX y en La Raya española. Una técnica que hemos importado en multitud de ocasiones para decorar aceras en multitud de sitios en nuestra región. El último ejemplo, la calle San Juan en Badajoz, la arteria principal del Casco Antiguo de la capital pacense.
Para llevarla a cabo, son necesarias muchas horas de trabajo y de aprendizaje previo. Lo bello de este pavimento son sus adoquines irregulares y su colocación piedra a piedra. Los moldes de hierro sirven para dar forma a los distintos elementos decorativos. Entre adoquines blancos y adoquines negros también hay que dejar la separación exacta.
Estos días se está trabajando sobre un tramo de calle de unos 150 metros y queda todavía alrededor de un mes de labor. Cuando esté listo el tramo, la Plaza Alta y la Plaza de España quedarán conectadas por calzadinha. Para ello se aprovecharán también las partes de la calle San Juan que ya lucen con pavimento al estilo portugués.
