Hace 25 años el entonces presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, prometió a una de las niñas que la riada había dejado sin hogar en Badajoz que su familia tendría una vivienda. Y que la tendrían en un año. El expresidente extremeño lo recordaba durante el programa especial informativo, emitido este domingo, 6 de noviembre, por Canal Extremadura Televisión al cumplirse 25 años de la Riada.
Era "una cría de 12 o 13 años" a la que se encontró durante su visita a los realojados en el Hospital Perpetuo Socorro. Rodríguez Ibarra confesó en el programa que le gustaría verla "algún día". Y es que en aquel encuentro la niña le pidió una vivienda. "Le respondí: al año que viene tendrás una casa. ¿Qué nos apostamos?". Y la apuesta fue un beso que la cría daría al presidente de la Junta. "Y estoy esperando encontrármela alguna vez para que me de ese beso", rememoró el expresidente durante el Programa.
La niña se llama Almudena Castaño y aún recuerda la apuesta
Esa niña. a la que Rodríguez Ibarra se dirigió hace un cuarto de siglo. ha cumplido 41 años, se llama Almudena Castaño. Quedamos con ella justo a la mañana siguiente del programa, aprovechando el momento de llevar a su hijo al instituto Bárbara de Braganza en Badajoz. Almudena ha dejado su timidez a un lado para contarnos algunos de sus "malos recuerdos" de aquella noche cuando se inundó su casa. Entró el agua y de allí salió con sus padres y hermanos, afortunadamente todos ellos lograron salvar su vida. Después, los alojaron en el Hospital Perpetuo Socorro, el entonces presidente de la Junta se acercó a ella.
"Yo estaba bastante mal, él se acercó me tocó la cabeza, y me comentó como estaba, que no me preocupara". Recuerda muy claramente con le respondió al presidente que "no me lo creía, pero hicimos una apuesta, nos apostamos un beso". "Pensé que se habría olvidado, pero no... Él se acordaba también", destaca orgullosa tras ver el Programa Especial sobre la Riada.
En diciembre de 1999 a su familia le dieron una vivienda nueva. Almudena está dispuesta 25 años después a pagar la apuesta. "Si me ve o me escucha, agradecerle que se haya acordado de eso. Que yo siempre me he acordado de las palabras que me dijo". "Y el beso está ahí, si él quiere", responde divertida.