Hasta ahora los principales asuntos que llevaban a una persona a marcar el teléfono de la esperanza eran las crisis familiares, los problemas jurídicos, sentimentales, económicos, y una constante, la soledad. Situaciones que se han visto afectadas, en ocasiones aumentadas, directamente por la incertidumbre y miedos que ha desatado la pandemia por COVID 19.
De ahí que en el Teléfono de la Esperanza de Badajoz, se hayan atendido en lo que va de año 3.000 llamadas.Son 600 llamadas más que el año anterior en el mismo periodo, solo que los motivos que las originaban, sobretodo en el periodo del estado de alarma estaban mucho más focalizados en la incertidumbre por su impacto económico, el temor por los brotes, el miedo a nuevos confinamientos o las dudas sobre las medidas de protección. Durante el estado de alarma se recibieron más de 1.200 llamadas vinculadas con estos asuntos y, sobretodo entre la población mayor, asociadas a la sensación de soledad.
Para paliarla, el equipo del Teléfono de la Esperanza de Badajoz, compuesto por 50 voluntarios, pusieron en marcha el programa "Acompañando a los mayores". Como ha trasladado Alvaro Cancho, el presidente del colectivo en el informativo Primera Hora, gracias a esta acción concreta pudieron dar apoyo a más de cien mayores que vivían solos o en residencias.