Los trabajos de restauración e investigación que se realizan en la iglesia de San Agustín de Badajoz, con el fin de arrojar luz sobre su rico patrimonio, han permitido hallar la cripta donde reposan los restos de Agustín de Casasola y Mesa, quien fuese primer teniente de alguacil mayor del Consistorio, regidor por tanto de la ciudad durante el siglo XVIII.
El párroco de la iglesia de Santa María la Real (San Agustín), Manuel Ruiz, ha afirmado a Efe que, según las investigaciones, se tiene constancia de que el edificio alberga más criptas de regidores pacenses, incluso anteriores, pero la trascendencia de este hallazgo es que se ha encontrado su cenotafio, donde se atestigua su nombre.
El cenotafio en piedra incluye además el escudo perteneciente a la familia Casasola y Mesa -la cripta guarda los restos de más miembros familiares-, debajo del cual se encontraba además una losa en mármol que servía como trampilla a la entrada a la cripta de esta familia.
Los trabajos de investigación y restauración, realizados también por una arqueóloga y un investigador, sirven para poner en valor la parroquia, con actuaciones en cada una de las capillas para conocer quienes fueron sus patronos.
En el caso de esta capilla el patrón era Agustín de Casasola y Mesa, cuyo padre ya contribuía en el siglo XVII al mantenimiento de esta capilla, en este caso como militar.
Hasta nueve lugares de enterramientos
Tras el descubrimiento de la cripta se encontraron hasta nueve lugares de enterramiento, destinados a la familia y sus herederos.
Según las investigaciones en los archivos realizadas hasta ahora, habría más regidores en la parroquia, pues era habitual que se enterrasen allí, de igual forma que acontecía con los escribanos, maestros de oficio o militares.
Según estos archivos se conocen los lugares de enterramiento de algunos de estos personajes, pero no se posee su cenotafio, y por tanto no están aún localizados.
Por ejemplo se conoce la existencia del regidor Juan Montero del Moral (1696), ubicado en la capilla del sagrario, pero no se cuenta con el mármol identificativo, o de Sebastián Barquero (1693), junto al púlpito de obra, pero no se dispone de la lápida.
La parroquia se ha modernizado además en la búsqueda de fondos para todos estos trabajos de restauración e investigación, pues se utilizan plataformas de pago como Bizum para que las personas interesadas puedan contribuir a estas labores.