12 Febrero 2025, 20:28
Actualizado 12 Febrero 2025, 21:49

No es un mural cualquiera. Es una oda a la libertad y un abrazo a la memoria. 

La cárcel de Cáceres se construyó hace 91 años. Tenía capacidad para 145 presos pero acabó convertida, tras la Guerra Civil y con la Dictadura, en el edificio de la vergüenza.

Durante ese periodo encarcelaron a miles de personas cuyo único delito era pensar diferente. Sus paredes acogieron una convulsa vida cultural y de militancia.

En un lugar donde el pasado fue oscuro ha renacido la inspiración para desarrollar esta obra de arte. La autora es Alba Deliz: "Espero que os guste tanto como me está gustando a mi poner luz y color a un lugar que albergó tanta oscuridad", declara la artista. 

Tanto el barrio como los vecinos han recibido este cambio de manera positiva. El rechazo del pasado al edificio ha terminado con una feliz reconciliación.