Bar de Calamonte cerrado
El viernes por la mañana los calamonteños se levantaban con la orden de cerrar bares y restaurantes. Al comercio también se le ponían limitaciones: el horario de tarde sólo podía ser de 17 horas a 18:30 horas. El brote detectado 24 horas antes con casi una treintena de casos positivos y 250 contactos provocó que el área de salud de Mérida ordenara estas medidas mediante una comunicación al ayuntamiento. Según dicha orden, serían de manera temporal y hasta "nuevo aviso".
La hostelería y los comercios cumplieron y cerraron sus negocios.
Ese mismo viernes, durante una comparecencia pública, se le preguntaba al consejero de Sanidad por esta medida. La desconocía. Dio por hecho que habría sido por el acuerdo entre el área de salud, el ayuntamiento y los hosteleros y comerciantes locales; si no fuera así, señaló, no se puede tomar una decisión que limite más derechos cuando está vigente el estado de alarma.
Por la noche, el ayuntamiento comunicaba que todas las medidas restrictivas decaían tras comunicación de la consejería de Sanidad. En la misiva la prohibición de abrir bares y restaurantes y la limitación horaria en el comercio quedaban sin efecto y se recomendaba al consistorio que insistiera en las labores de información para que los ciudadanos cumplan las medidas de distancia social y el uso adecuado de mascarilla.
Según la consejería, el brote detectado en la localidad no tiene nada que ver con la actividad económica de la población.
Todo apunta que el brote tiene su origen en un viaje organizado de un grupo de personas a Turquía.