21 Abril 2023, 14:17
Actualizado 21 Abril 2023, 21:17

Mario Estévez es uno de los investigadores más prestigiosos de la Universidad de Extremadura: profesor de Ciencias de los Alimentos en Facultad de Veterinaria, en 2019 y 2020 fue incluido en el listado de los científicos más relevantes del mundo gracias al impacto de sus publicaciones.

Antes de saber que iba a aparecer en ese ranking, que elabora la empresa Clarivate, una universidad saudí contactó con él para ofrecerle 50.000 euros si cambiaba su afiliación.

"Yo ni siquiera sabía que iba a aparecer en el listado de Investigadores Altamente Citados, pero varias semanas antes de que me lo comunicaran una universidad saudí se puso en contacto conmigo y me ofreció dinero si les decía a quienes elaboran esa clasificación que yo investigaba para este centro saudí en lugar de en la Universidad de Extremadura", explica el científico.
 
Una empresa española como intermediaria

Estévez rechazó el ofrecimiento en cuanto comprendió que la institución saudí no estaba interesada en su trabajo, sólo en su prestigio porque "no me pedían nada, no estaban interesados en proyectos conjuntos entre su institución y la UEx"

Sin embargo, poco después, una empresa española volvió a proponerle algo parecido, en esta ocasión el dinero prometido era menor. "Como los funcionarios no podemos participar en este tipo de acuerdos se ofrecían como sociedad intermedia, ellos firmaban un convenio con la universidad saudí y me contrataban a mí por unos 10.000 euros".

Al ver quién estaba detrás de esta empresa, Estévez comprobó que se trataba de otro investigador español que también trabajaba para los saudíes. 

El profesor extremeño indica que estas prácticas permiten que universidades con mucho dinero puedan mejorar su posición en el ranking de Shanghái de forma rápida, ya que uno de los parámetros que más se tiene en cuenta es el impacto de sus investigadores.

Precisamente por eso lamenta que se hagan estos ofrecimientos que "desprestigian a toda la comunidad científica y ponen en duda la calidad de nuestras publicaciones"  

Esta semana una investigación del diario El País ha sacado a la luz varios casos de científicos que sí aceptaron las ofertas. Algunos han sido expulsados de sus centros de investigación.