La escasez de lluvia y agua en los embalses aumenta la preocupación entre los regantes de la cuenca del Guadiana. Los embalses almacenan hoy unos 2.300 hectómetros cúbicos, el 28% de la capacidad total. La Confederación ha propuesto, de momento, destinar al regadío 405 hectómetros cúbicos, menos de un tercio del volumen asignado a las zonas regables, que se acerca a los 1.300.
En ese reparto, la Comunidad de Regantes del Canal de Orellana es la que mayor recorte tendría. Se convertiría de esta forma en la comunidad de regantes del Guadiana con más superficie, cerca de 57.000 hectáreas, y menos agua. Sólo un 20% de su asignación. Imposible llegar así todos los agricultores. "De momento no tenemos todavía pensado muy bien cómo vamos a hacerlo porque es un problema. Sería sembrar el 20% nada más de la superficie, ¿cómo se controla eso?", se pregunta el presidente de la Comunidad.
"Tendríamos que sembrar el 20% nada más de la superficie, ¿cómo se controla eso?"
Ya han concertado reuniones con el presidente de la Confederación y la consejera de Agricultura para plantear alternativas, aunque todavía tienen la esperanza de que la primavera sea lluviosa y solucione en parte el problema.
Algo en lo que también confían los ganaderos. De lo contrario, auguran unos meses de verano complicados y muy costosos: "Habría que suplir la alimentación con las alpacas de heno, las alpacas de paja y los camiones de pienso", explica el ganadero Juan Bonilla.
La sequía podría por tanto causar estragos entre los agricultores y ganaderos extremeños. Por eso, organizaciones como UPA-UCE solicitan ya reunirse con la Administración "con carácter de urgencia" y estudiar propuestas de gestión y "qué ayudas se pueden conceder".
En estas fechas los trabajadores del campo comienzan ya a planificar sus campañas. También, a realizar sus primeros gastos. Gastos que, a día de hoy, no saben si podrán afrontar.
La Confederación del Guadiana recorta en dos tercios el agua disponible para regadío