Con el féretro ya cerrado, este sábado el cortejo fúnebre partirá del interior de la Basílica hasta la plaza de San Pedro. Sobre la explanada, al aire libre, se celebrará el funeral a partir de las 10 de la mañana. Delante del altar será depositado el ataúd. Sobre él, durante la liturgia, el libro de los Evangelios.
Se espera la presencia de 50 jefes de Estado y 10 casas reales
Más de 200 mil personas estarán presentes, entre ellas, 50 jefes de Estado, 10 casas reales y unas 130 delegaciones de diferentes países. Todo un reto logístico, protocolario y de seguridad para el Vaticano.
En primera fila se sentarán la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente argentino, Javier Milei, las dos naciones de Francisco, la de origen y la de adopción como Papa.
Después, los representantes de las casas reales católicas, entre ellos los Reyes de España. Y a continuación, por orden alfabético en francés, el idioma diplomático del Vaticano, los jefes de Estado y de gobierno.

El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, presidirá la misa
La misa la presidirá el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, que no podrá incluir elogios personales al fallecido, tal y como el propio Francisco dejó estipulado. Además, para referirse a él se utilizarán títulos sencillos como papa, obispo de Roma y Pastor, en lugar de Sumo Pontífice.
Terminada la misa, el séquito recorrerá los seis kilómetros que distan hasta la Basílica de Santa María la Mayor, a paso de persona, según los deseos de Francisco, para que quien quiera pueda acompañarlo andando.
En la escalinata de Santa María, un grupo de 40 personas pobres, transgénero, presos y migrantes serán los últimos en despedirle con una rosa blanca en la mano, símbolo del compromiso de Francisco con los excluidos.
En el interior del templo, el entierro será privado
A partir de ahí, el entierro, en el interior del templo, será privado. La tumba se sellará con una placa de mármol con una única palabra, Franciscus.
El día del funeral será el primero de las exequias, que continuarán durante ocho días con misas en San Pedro en honor del Papa fallecido.