Sobre las 9:40 de la mañana llegaba Begoña Gómez a los juzgados de Plaza de Castilla. La mujer del presidente volvía a entrar por el garaje.
Y minutos después de acceder a esa sexta planta, Gómez de nuevo se acogía a su derecho a no declarar. La mujer de Sánchez está siendo investigada por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción.
Su defensa asegura que este procedimiento se ha quedado sin contenido. Mientras, la acusación particular critica las fuertes medidas de seguridad e insiste en que lo de hoy es un paripé. Además Manos Limpias anuncia que ampliará su querella por un nuevo delito de intrusismo profesional
Vox, también acusación en este proceso, pedirá a Sánchez que acuda a declarar tras el testimonio del empresario Juan Carlos Barrabés, que confirmaba reuniones en Moncloa.