Abrir un libro y sumergirse en su lectura. Es algo que un tercio de los españoles no hace nunca. Y en Extremadura, más aún: casi la mitad de la población no lee, según el Barómetro de la Lectura.
No tener tiempo es el argumento de uno de cada diez españoles para no leer. Mientras que el 1,6· manifiesta sufrir problemas de salud, como falta de visión. Casi un 30% reconoce que no le interesa leer y aproximadamente la misma cifra explica que prefiere emplear su tiempo libre en otras actividades.
Según el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, también parece que sigue costando comprar un libro. Incluso ir a una biblioteca pública, que es gratis (un tercio de los españoles asegura no ir nunca). Y también pedir prestados todos los libros que se quiera.
Hay un dato positivo: que se lee cada vez más por placer; cinco puntos más en los últimos once años.
En todas las comunidades se lee cada año más. Pero seis regiones aún no alcanzan la media, que se sitúa en el 64,1%. Entre ellas está Extremadura, 10 puntos por debajo y la última en el ranking nacional.
El ministerio ha anunciado que apoyará a las librerías independientes y de barrio para que sean un centro de cultura y de acceso a la cultura de primer orden. Y ha consignados 1,4 millones de euros para promocionar la lectura en entidades locales.
Para Mario Quintana, de la librería La Selva Dentro, de Mérida, es clave una campaña nacional que quite el miedo a leer a quien no lo hace habitualmente: "hay que dar con la obsesión de la gente. Si te gusta el fútbol, pues lees de fútbol. Y que la gente te regale esos libros. No lo que se venda y ni siquiera lo que recomiende el librero".
Leen más los jóvenes y leen más las mujeres. Y eso que con un libro, el viaje a través de la literatura es para todo el mundo: no importan la edad ni el sexo. Y el billete cuesta lo mismo.
