Llegaron en noviembre, huyendo del horror de la guerra. Más de 50 hispano-palestinos con sus familias han estado todo este tiempo en un albergue en Badajoz, y ya han comenzado a marcharse.
La asociación que les ha dado apoyo insiste en que ninguno de ellos se quedará en la calle.
Durante los 72 días que han permanecido en este albergue, han estado realizando las gestiones oportunas para contactar con sus familiares en otras partes del país y por eso hasta ahora no han comenzado a marcharse.
Entre ellos hay una veintena de menores. Ahora comenzarán una vida nueva en Madrid, Sevilla, Alicante y Valencia, donde tienen vínculos familiares o amigos.
Estarán en hoteles hasta que encuentren casa y puedan regularizar su situación.