15 Marzo 2022, 14:40
Actualizado 15 Marzo 2022, 14:40

En el contexto actual de escalada de precios del combustible los países de nuestro entorno han tomado diferentes medidas para paliar sus efectos, hay países, como Francia, que han anunciado bonificaciones en el combustible mientras que otros, como Polonia, han preferido una rebaja de los impuestos. 

En el caso de Francia el Gobierno va a establecer a partir del 1 de abril y durante 4 meses una subvención de 15 céntimos por litro en todo tipo de combustible y para todos los usuarios. El Ejecutivo galo no habla de rebaja de impuestos sino de "descuento", que posteriormente será reembolsado por el Estado. Para el profesor de derecho Tributario de la UEx, Francisco Álvarez Arroyo, se trata de una medida de fácil aplicación porque se hace a través de las gasolineras "que son las que aportan el descuento y luego se lo reclaman al Estado". Algo semejante también está sobre la mesa en Alemania, aunque aún se tiene que acordar entre los socios de la coalición de Gobierno. En Francia la medida costaría 2 mil millones de euros, en Alemania se calcula que serían unos 6 mil. 

Subvenciones directas o rebajas fiscales

Frente a las subvenciones directas también hay países que se han inclinado por una rebaja de impuestos. En Polonia el IVA de los hidrocarburos ha pasado del 23 al 8 por ciento. En Irlanda se ha acordado una reducción en el impuesto especial de 20 céntimos litro en el caso de las gasolinas y de 15 céntimos en el diésel. Medidas similares se han anunciado en Rumanía y Suecia. 

Un caso intermedio es Portugal, donde se ha aprobado una subvención mensual de 0,40 euros por litro en un depósito de 50 litros y, además, desde octubre de 2021 se aplica una reducción en el Impuesto Sobre los Productos Petrolíferos. 

Álvarez Arroyo considera que también hay margen para adoptar este tipo de rebajas fiscales nuestro país. En este caso sería necesario un cambio legislativo acordado con la oposición y también habría que tener en cuanta a las Comunidades Autónomas, que se verían seriamente afectadas ya que se llevan el 50 por ciento de lo recaudado por el IVA y el 58 por ciento de lo que se ingresa con el Impuesto Especial de Hidrocarburos. 
Lo que el experto sí que ve complicado es que las rebajas o las subvenciones se apliquen sólo a sectores concretos, ya que entiende que la Comisión Europea las podría considerar como "ayudas estatales" y las acabaría impugnando.
 
Ante estas dos opciones el profesor de la UEX se inclina, por tanto, por las subvenciones generales porque "su aplicación es más ágil, sólo hace falta que el Estado convoque las ayudas". En cambio, la reforma fiscal tendría una aplicación más lenta y requeriría de un consenso político que "actualmente es difícil de encontrar en nuestro país"