21 Octubre 2024, 15:48
Actualizado 22 Octubre 2024, 14:55

Este 21 de octubre es el Día Internacional del Ahorro de Energía. Una jornada que nos recuerda que un consumo más eficiente en el hogar, además de un ahorro en la factura, también tiene impacto en el medio ambiente.   

Nuestras pequeñas acciones en casa en el día a día cuentan y mucho. Consumir menos luz, gas o gasolina, además de dinero en la factura, contribuye a minimizar el impacto ambiental del uso de combustibles fósiles. A las puertas de la llegada del frío, los expertos aconsejan revisar caldera y radiadores y, a la hora de utilizar la calefacción y bombas de calor, ajustar su temperatura.   

Desde la Unión de Consumidores de Extremadura, en su boletín mensual de octubre, nos recuerdan que la temperatura media de la calefacción en los hogares de la UE es de 22 grados, pero, ahora que llega el frío, bajar un grado el termostato en casa puede suponer un importante ahorro. Se estima que supone hasta un 7 por ciento menos de consumo.   

Rebajar nuestro recibo de la luz o del gas es posible con gestos tan sencillos como un buen aislamiento de nuestra vivienda. Para ello, es importante verificar el buen estado de puertas, ventanas y persianas, así como sellar huecos o instalar burletes bajo las puertas para mantener la temperatura.   

En cuanto a los electrodomésticos, es muy importante comprender la calificación de las etiquetas energéticas, que utiliza la escala de A a G, con el objetivo de ofrecer de forma clara y sencilla la información de la eficiencia energética de un producto.   

¿Qué otros gestos podemos hacer para ahorrar energía en casa?  

  • Utilizar la luz natural mientras sea posible.  

  • Desenchufar dispositivos o cargadores que no necesitemos. 

  • Apagar luces o televisores que no estemos utilizando. 

  • Eliminar las bombillas incandescentes y sustituirlas por unas de bajo consumo o LED.   

Reparar antes que sustituir 

Desde 2023, la Comisión Europea promueve la reparación de productos domésticos, tanto dentro como fuera de la garantía jurídica. El objetivo es que la opción de reparar sea más fácil y rentable para los consumidores que sustituir ese producto por uno nuevo.