El nuevo albergue de San Gil, en Plasencia, se estrena con 23 refugiados ucranianos. Llegaron anoche, cansados y con mucha incertidumbre, pero ya han descansado y están más tranquilos. Son mujeres, niños y también hombres. Van a estar allí durante unos días, hasta que se les encuentre una familia de acogida.
El nuevo albergue, cedido por Placeat, está atendido por dos mujeres particulares que ayudan a quienes vienen de la guerra a encontrar alojamiento y familias de acogida. No hay muchas, por eso, le han pedido a la Junta un listado de familias de acogida del Norte, para poder reubicarlos. Raquel Muñoz, de Infancia Nad, explica que por ahora "los trasladaremos al albergue de Cáceres y allí que les busquen familia, ya que no podemos saltarnos ese paso y hacerlo nosotros directamente".
Vendrán más, por eso, buscarles un lugar donde vivir, es urgente. La concejala placentina de Igualdad Mayte Díaz cuenta que los refugiados "están viviendo una situación muy difícil. Ahora la Guardia Civil está tomando nota de sus datos".
En Extremadura, la solidaridad sigue dando respuesta a los ucranianos que siguen llegando, tras dejar atrás un país en guerra.