El Cristo del Rosario de Ribera del Fresno no deja indiferente a nadie. La última vez que salió en procesión fue en 1969. "Creo recordar que en el año 60 fue la primera vez que yo vi que lo sacaron", recuerda Luis Santé, que, con 17 años, lo portó a hombros la última vez que recorrió las calles de la pequeña localidad pacense.
La leyenda que acompaña al Cristo lo ha mantenido oculto durante más de medio siglo. Es conocido también como el Cristo de las Tormentas porque, dicen, atraía fuertes lluvias. "Yo incluso de pequeño me acuerdo que donde estaba el Cristo había como un trapo rojo, no sé si era para taparlo o qué. Algunas personas mayores dicen que sí. Incluso cuando se ha bajado dicen, ¿pero cómo vais a sacar al Cristo? ¡Que puede haber alguna tormenta!", reconoce Isidro Suárez, uno de los fieles que se ha propuesto recuperar la procesión del Cristo del Rosario.
La "suerte" de sacarlo en procesión este año
Bajarlo del altar donde estaba para poder procesionar durante este Miércoles Santo ha salvado la talla de su destrucción. "Si el Cristo no se baja, yo creo que le hubieran quedado tres o cuatro meses más. Se hubiese destrozado por completo porque se habría caído del altar donde estaba. Así que digo que ha sido una suerte porque se ha salvado la propia imagen", asegura el párroco del municipio, José María Redondo Pilo. Y es una talla con un importante valor histórico. Según los documentos que manejan en el pueblo fue "en 1569, cuando el sacerdote de la época le encarga en Badajoz a Jerónimo de Valencia una talla que terminaría siendo el Cristo del Rosario", comenta el agente de desarrollo turístico, Juan Francisco Llano.
Esta noche, si la leyenda del Cristo y el tiempo lo permiten, será la primera vez que salga una procesión un Miércoles Santo en Ribera del Fresno. Saldrá a hombros porque no ha dado tiempo aún a crear un paso. Se han propuesto hacerlo y crear una hermandad que, a partir del próximo año, le acompañe en procesión.