El ganado bravo extremeño vive una recuperación tras los efectos negativos de la pandemia. Hay unas 174 ganaderías de vacuno de lidia en la región, una de ellas es la de Victorino Martín que empieza a tener más salida debido en parte al incremento de espectáculos taurinos. En el lado menos positivo es que el sector sigue arrastrando los elevados costes de producción y la falta de rentabilidad.
Más de 2.000 cabezas de toro bravo pertenecen a la legendaria ganadería Victorino Martín, que actualmente regenta su hijo, con el mismo nombre. Desde su finca afronta una nueva etapa despuésd que el sector haya tenido importantes pérdidas, especialmente durante la pandemia. "Hemos estado 2 años sin ingresos y con los mismos gastos es un producto caro", nos cuenta su hijo, del mismo nombre.
Ahora hay un repunte en la región de los espectáculos taurinos, más de 600 en el último año. Son cifras que permiten desarrollar la cría de ganado bravo y su posterior comercialización que, además, acerca la afición taurina a los más jóvenes. "El sector no está en peligro...cada vez hay más jóvenes que acuden a las plazas y hay una vuelta al mundo del toro”, asegura Martín.