Preparados, luces, acción... el personaje es apuntado con un cañón de luz y todos le miran. Aparece Tiresias en el escenario. Pero no solo el personaje, también el monumento tiene una presencia especial.
Es un personaje más, tiene su propio lenguaje, según destaca el iluminador David Picazo.
"La luz curiosamente nos hace ser un poco director, indica al público qué se tiene que mirar y cómo, genera atmosferas que transmiten a nivel emocional"
La luz es muy expresiva y refuerza la historia que se quiere contar. Son 200 focos los que se utilizan para generar tantas sensaciones... Tiresias va de los colores fríos, al blanco impoluto de los dioses. El adivino, siempre con un foco principal.
"Intentamos que haya un misterio a través de él"
David es emeritense, para él es muy especial estar en el Festival. Ya el año pasado vino con Pandataria como director de escena, en esta ocasión el lenguaje que maneja son las luces, envolviendo al espectador en un mundo de sensaciones.