27 Septiembre 2024, 9:27
Actualizado 27 Septiembre 2024, 14:34

El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha descendido en septiembre al 1,5%, la cifra más baja desde marzo de 2021, debido al abaratamiento de carburantes, alimentos y electricidad. Este descenso marca el cuarto mes consecutivo de reducción de la inflación, tras alcanzar el 3,6% en mayo. La inflación subyacente también ha caído tres décimas, situándose en 2,4%, su nivel más bajo desde enero de 2022. 

El descenso del IPC en septiembre se debe a varios factores clave:

Abaratamiento de los carburantes: El precio de los combustibles ha caído en comparación con septiembre de 2023, cuando se produjo un incremento significativo. Esto reduce los costes de transporte y, por ende, de los productos que dependen de este sector.

Reducción del coste de la electricidad: Los precios de la luz han experimentado un descenso notable respecto al mismo mes del año anterior. Esto no solo impacta directamente en la factura de los hogares, sino también en los costes de producción de numerosas industrias.

Moderación en los precios de los alimentos: Aunque los alimentos siguen siendo una de las partidas con mayor peso en el IPC, su crecimiento interanual se ha moderado. Productos como aceites, grasas, legumbres y hortalizas, que experimentaron fuertes subidas el año pasado, han registrado precios más estables o incluso a la baja.

Descenso en el grupo de ocio y cultura: Los precios en este sector han disminuido con mayor intensidad que en septiembre de 2023, contribuyendo también a la moderación del IPC general.

Evolución de la inflación subyacente: La inflación subyacente (que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos) se sitúa en el 2,4%, una décima menos que en agosto. Esto refleja una contención en la subida de precios de otros bienes y servicios de consumo, lo cual es un indicador de estabilidad en la demanda interna.

El Ministerio de Economía atribuye esta moderación de los precios a la efectividad de las medidas económicas y al fuerte crecimiento económico de España en comparación con otros países de la zona euro. 

La economía española creció un 0,8% en el segundo trimestre del año, gracias, sobre todo, al consumo de los hogares. En tasa interanual, el Producto Interior Bruto (PIB) avanzó un 3,1%, seis décimas más que en el primer trimestre del año