Para que nada falle en Nochevieja, se revisa al milímetro el mecanismo del reloj de la Puerta del Sol. Hemos acompañado a su relojero en esta tarea tan especial.
El reloj de la Puerta del Sol es uno de los monumentos que más se ven y si no, que se lo digan en Nochevieja a Pedro Ortiz, uno de los relojeros. Pedigrí con un interior algo más pequeño. Su mecanismo cabe en apenas 16 metros cuadrados. Aquí el día 31, habrá cinco relojeros vigilándolo todo.
Todo revisado y engrasado por sus relojeros, que lo cuidan cada semana durante todo el año y cuando se acerca su gran noche lo miman todavía más. Su calidad, dicen, puede hacerle durar otros 156 años. Aún conserva casi todas sus piezas originales.
Precisión y sonería preparada para dar la bienvenida al nuevo año.