Las empresas de autocares piden al Gobierno que medie ante los bancos para que se les permita retrasar el pago de los préstamos. Aseguran que no pueden trabajar debido a la pandemia y que pagar lo que cuestan los autocares sin tener ingresos les resulta imposible.
Una reivindicación que realiza a nivel nacional la asociación DIREBÚS, que ya ha organizado varias concentraciones tanto en Extremadura como en Madrid para pedir ayuda al Gobierno. Según explicaba Diego Rodríguez, de Autocares Rodríguez, en la situación actual no pueden trabajar porque no se contratan autocares ni para excursiones ni para turismo ni para viajes concertados ni para el IMSERSO, solo para transporte escolar, que constituye solo un 15% de su trabajo. Los autocares los compran por el método 'leasing', su arrendamiento con opción a compra, pero cuestan 300.000 euros que en esta situación no pueden pagar.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ya medió con los bancos y consiguió una moratoria de 6 meses. Insuficiente a todas luces, según el sector, que se queja de que además les están subiendo las cuotas de autónomos y siguen teniendo que pagar todos los impuestos, aparte de los préstamos para comprar unos autobuses que ahora mismo no se están utilizando apenas.
DIREBÚS pide al Gobierno que medie para que esos préstamos se retrasen como mínimo un año, y también pide que se cambien las condiciones del transporte escolar en la Península y se igualen a los de las islas y las ciudades autónomas, donde la edad máxima de un autocar no es de 16 años sino de 18. De este modo, no tienen que renovar este año la flota de autobuses, y pueden seguir utilizando los más antiguos un par de años más, siempre que pasen la ITV y cumplan toda la normativa de seguridad y calidad.