12 años tiene Carol y 12 lleva en brazos de sus padres. Hoy esos brazos la han llevado a un sitio especial: a su nueva casa, en Alcuéscar. Siete años llevaban esperándola, pero por fin tienen las llaves. Se las ha entregado la Junta de Extremadura.
"Otro mundo. Es que no tengo palabras", dice el padre de Carol, Juan Valentín Conde de Encina. "Es un sueño", añade su madre, Ana María Asensio Gil. Porque la enfermedad rara de Carol, que se llama Tango 2, le impide moverse. Tiene un 96% de discapacidad. Cuando se la diagnosticaron, a los 3 años, solo la tenían 12 niños en todo el mundo.
"Acabas lesionándote"
Pero su mundo, el de Carol y el de sus padres, estaba en una segunda planta, con bañera y un pasillo sin anchura: "había escaleras, el pasillo era estrecho, las puertas no estaban adaptadas, el baño tampoco estaba adaptado", explica su padre. Su madre explica cómo era su rutina: "la cogía en las escaleras para subirla y arriba ya era todo peso. La sentaba en el sofá y de allí para todo la tenía que coger y llevarla en peso. En el cuarto de baño, teníamos que estirarla en una tabla que había hecho mi marido para poder cambiarla. Acabas lesionándote. Porque aparte del peso, también está la espasticidad. Y hay veces que no la coges bien y tienes que saltar y te acabas haciendo daño".
Ahora no habrá más lesiones. Y Carol podrá acompañar a sus padres a todas las habitaciones, porque todo está en la misma planta: "se quejaba cuando teníamos que ir a la cocina, por ejemplo, y no podíamos llevarla". Ya tiene elegida la silla con la que se meterá directamente en la ducha. Y otro detalle que ha encantado a la familia: las ventanas están a su altura para poder tomar el sol y ver la calle.