La actriz Anabel Alonso llega por tercera vez al escenario del Teatro Romano, en esta ocasión de la mano de la tragedia y de Tiresias, el oráculo más importante de la mitología clásica. Con ella hemos compartido su tiempo para conocer cómo afronta el personaje.
"Es mi primera incursión en la tragedia. Ya estuve en este escenario con `Androcles y el león´, de Bernard Shaw, y `El eunuco´, comedia pura y dura. Y ahora hago mi incursión en la tragedia, es lo que tiene esta profesión, que te permite seguir descubriendo terrenos, registros, personajes, maneras de hacer y ponerte retos. Eso es maravilloso".
Además, Tiresias es un personaje muy dual, que ha sido hombre y mujer, es intermediario entre dioses y mortales, y tiene una larga vida, por lo que empatiza con personas de distintas generaciones.
La actriz destaca el trabajo con Carlota Ferrer, la directora, que da su impronta a los montajes. "La gente no se va a encontrar con una tragedia al uso, hay varias disciplinas, danza, lírica y sorpresas. Yo, después de 40 años, a los 60, me encuentro descubriendo muchas cosas, con el público y en la profesión. Estoy dispuesta a disfrutar, también estoy asustadilla, pero con esas mariposas de cuando empiezas".
En la dualidad hombre-mujer de Tiresias, hablamos de la necesidad de reconocer lo femenino y masculino en cada uno de nosotros. "Cuanto más nos entendamos a nosotros, más comprenderemos a los demás. Entendiendo y aceptando esa parte masculina-femenina que todos tenemos. Eso abriría mucho las mentes. Eso le pasa a Tiresias".
En su amplio recorrido como actriz, destaca varios hitos. El primero, trabajar en `Los ladrones van a la oficina´, en donde se encuentra con actores míticos de varias generaciones. También su participación en la película `Kika´ con Pedro Almodóvar fue un espaldarazo importante.
Recordando su trayectoria, Anabel Alonso nos cuenta sus inicios en teatro "con Aurora Redondo, Mari Carmen Prendes, María Isbert, haciendo `Maribel y la extraña familia´. En esos años me encuentro con la gente que más me ha marcado en mi trayectoria, tanto en lo profesional como en lo vital. Me hicieron entender esta profesión y la vida y cómo comportarse. Si yo, con 26 años, empiezo a trabajar con Fernando Fernán Gómez, Agustín González o María Isbert, y veo que es gente curranta, humilde, gente enamorada de su profesión y de los que le rodean... te quita mucha tontería. A mí me ha ayudado en todos los niveles."
Volviendo a Tiresias, ¿qué más le aporta este personaje? "Muchas cosas, como la búsqueda de la verdad. En estos años en los que la verdad está tan mal tratada, con tantos fake news y tanta desinformación, él no resigna en esa búsqueda y en decir la verdad a los demás, a los poderosos, sin achantarse. Esa honestidad es admirable, además Tiresias empatiza con los que le rodean, comprende al ser humano y sabe que va a tropezar con la misma piedra y es benévolo, eso me gusta."
Sentadas en el graderío, queremos saber cómo se siente la actriz en el lugar donde está el público. "Es muy curioso cómo cambia la perspectiva si te sientas en las gradas del público o si estás en el escenario. Es maravilloso, el sueño, volver al origen. En ninguna profesión se puede ir al origen como en la interpretación, aquí, en el Teatro Romano."
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'Tiresias' estrena en Mérida rompiendo esquemas pero fusionado a lo clásico