En Extremadura 150 localidades no tienen oficina bancaria con lo que esto supone para sus vecinos. Muchos de esos municipios están ubicados en entornos rurales y su población está integrada por personas mayores a los que les cuesta operar con un cajero automático o no pueden desplazarse para realizar sus gestiones en pueblos o ciudades cercanas.
Para combatir esta exclusión financiera la Diputación de Cáceres ha aprobado en pleno un convenio de cooperación entre la institución provincial, la entidad financiera Caja Almendralejo, y los ayuntamientos de Aceituna, Aldea del Cano, Calzadilla, Cedillo, Hernán-Pérez, Herreruela, Holguera, Romangordo, Valdesalor y Zarza de Montánchez. En total diez pequeños municipios de la provincia que sufren la amenaza del cierre de sus cajeros automáticos por la desactualización de sus software y que, a través de dicho convenio, podrán o bien mantener el servicio operativo o bien disponer de asistencia presencial.
El portavoz y vicepresidente primero, Álvaro Sánchez Cotrina, asegura que "se trata de una medida más que pone en marcha la Diputación cacereña para que el mundo rural pueda ofrecer unos servicios dignos y mantener y atraer población; una medida para luchar por el reto demográfico, contra la exclusión financiera y, en consecuencia, contra la exclusión social".
Un debate el de la lucha contra la exclusión financiera que ha ocupado también parte del pleno de la Asamblea de Extremadura.
