Según el último barómetro de electromovilidad que elabora ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, Extremadura es la cuarta comunidad con la peor infraestructura de recarga del país. De hecho, es la única cuya situación ha empeorado ligeramente entre finales de 2020 y comienzos de 2021. En la actualidad sólo hay 137 puntos de recarga, con el problema añadido de que no hay ninguno ultrarrápido, de más de 150kw, en las principales vías que atraviesan la región.
Un aspecto que lamenta Rafael Cuenca, vicepresidente del clúster del coche eléctrico, Carex: "En los corredores más importantes que la región como son la A-5 o la A-66 no hay ninguna instalación de este tipo lo que dificulta la recarga en ruta".
El tiempo de recarga depende de la potencia de la infraestructura y lo que más abunda en la región son los cargadores poco potentes, útiles para particulares, pero demasiado lentos si lo que queremos es recargar cuando estamos de viaje. Un aspecto que lamenta Juan Manuel Moya, delegado en Extremadura de la Asociación de Usuarios Vehículo Eléctrico, AUVE: "Los puntos de carga más habituales, como los que tenemos en la ciudad de Badajoz, requieren un tiempo de recarga de entre 5 y 7 horas, algo inviable para viajar".
El plan para impulsar el coche eléctrico que va a aprobar este martes el Consejo de Ministros tiene dos ámbitos de actuación: una parte de transformación industrial, y otra de fomento de su uso. En este apartado se incluyen las ayudas a la compra y la potenciación de los servicios de recarga.
Actualmente ya hay disponibles varios tipos de ayudas para instalar estas infraestructuras, en el caso de Extremadura aún no se ha agotado el plan MOVES II y en 2022 se pondrán en marcha el MOVES III, que cuenta con una dotación económica mayor. Por otro lado, el Gobierno también tiene previsto aprobar un Decreto Ley para regular los servicios de recarga.