Se acerca el verano y con él, la temporada de baños. En plena sequía, y con los embalses en una situación preocupante, toca pensar en cómo ahorrar agua en las piscinas. En el municipio pacense de La Coronada llevan dos años tapando la piscina municipal con una lona impermeable.
De esta forma, van a pasar de cambiar el agua anualmente, a hacerlo cada cinco o seis años. Con ello, van a poder ahorrar hasta un millón de litros de agua.
Una alternativa de ahorro son las piscinas de agua salada, cada vez más habituales. Este tipo de piscinas suponen un mayor coste en la inversión inicial, pero a medio y largo plazo son mucho más rentables ya que el agua se mantiene de forma óptima con mayor facilidad. Ello, a su vez, permite que se reutilice de una campaña a otra.
Otra de las fórmulas utilizadas, especialmente para instalaciones deportivas de gran tamaño, es la de llenar el agua de la piscina de verano con parte del agua de las climatizadas. Este es el método que utilizan, por ejemplo, en el centro deportivo 'Enjoy' de Mérida.