La Agencia Tributaria ofrecerá atención personalizada a los 327.000 trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que no presentaron la declaración de la renta de 2019 y sí tendrán que hacerlo con la de 2020 al tener dos pagadores.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado en la sesión de control en el Senado que la Agencia Tributaria calcula que, de los 3,5 millones de trabajadores afectados por ERTE en 2020, solo unos 327.000 se verán en la situación de tener que presentar declaración sin haberlo hecho el ejercicio anterior.
Esto es así porque el umbral que obliga a presentar declaración es de 14.000 euros cuando se tienen dos pagadores, como ocurre en el caso de los afectados por ERTE -su empresa y el servicio público de empleo estatal (SEPE)-, en lugar de los 22.000 euros de los casos en los que hay un único pagador.
Para atender a la especial circunstancia de este colectivo ante el inicio de la campaña de la renta el próximo 7 de abril, la Agencia Tributaria les enviará una carta para facilitar una atención personalizada y ofrecerles, en caso de que el resultado de la declaración sea a pagar, el fraccionamiento del abono.
"No van a pagar ni un euro más", ha insistido la ministra, al tiempo que ha avanzado que en términos generales estos contribuyentes tendrán que pagar menos IRPF en 2020 de lo que les correspondió en 2019, ya que al estar en ERTE los ingresos habrán sido menores.
Montero ha respondido a una interpelación del senador del PP José Manuel Barreiro, que ha pedido "sensibilidad" a la ministra con los afectados por ERTE, ya que si su declaración de la renta sale a pagar "en muchos casos no van a poder afrontar el pago porque no van a tener liquidez".
Ante esta reclamación, la ministra ha insistido en que la normativa del IRPF no ha cambiado y que si los contribuyentes con dos pagadores tienen un umbral que obliga a presentar declaración más bajo es porque, en estas circunstancias, ninguna de las empresas conoce los ingresos totales, lo que puede llevar a retenciones incorrectas.
"Lo que marca el pago del IRPF son las rentas", ha insistido, de manera que el resultado de la declaración sale a pagar o devolver en función de los ingresos obtenidos y las retenciones practicadas por los pagadores.
Es decir, una declaración a ingresar a la Hacienda pública es el abono "de lo que no se retuvo en su momento por una de las empresas que ha actuado como pagadores" en relación a los ingresos, porque un trabajador con dos pagadores no abonará más impuestos que otro con un pagador si tienen los mismos ingresos.