El Gobierno de Portugal ha eliminado este martes la obligatoriedad de utilizar mascarilla en hospitales, centros de salud y residencias de mayores. Aunque siguen recomendando que las personas vulnerables la utilicen en lugares cerrados.
La medida se aprobó la semana pasada en el Consejo de Ministros, después de tres años siendo obligatorio su uso en estos espacios. Desde el ejecutivo luso se basan en dos argumentos para justificarlo: la evolución epidemiológica y la alta tasa de vacunación.
En nuestro país, de momento, esta medida no está sobre la mesa. Según apuntan desde el Ministerio de Sanidad, la posición es que se debe tratar de usar las mascarillas en centros y servicios sanitarios como norma general, independientemente de que haya COVID o no. Aunque aseguran que a partir de ahí se pueden hacer excepciones o valorar situaciones particulares.
En todo caso, en esta cuestión, dice el Ministerio que para la toma de decisiones, la Ponencia de Alertas tiene claro que debe primar el beneficio para los pacientes.
Los expertos comparten esta postura, consideran que el tapabocas en hospitales no protege solo de la COVID-19, también de otros virus.