12 Abril 2021, 14:49
Actualizado 12 Abril 2021, 14:51

El proceso de adjudicación del Festival de Mérida está siendo más problemático que nunca. Tras más de un año de licitación y varios recursos y aplazamientos de trámites, la candidata derrotada en el proceso anuncia que recurrirá la decisión de volver a adjudicar la dirección y gestión del Festival a la Pentación de Jesús Cimarro.

La UTE (Unión Temporal de Empresas) conformada por SEDA, Plural y Letsgo denuncia una serie de irregularidades, "tanto en el proceso de puntuación subjetivo como en la propia forma que creemos que se han producido". "Evidentemente, estamos en nuestro derecho de reclamar", ha dicho el gerente de SEDA, Lope García Tamarit, a Canal Extremadura.

Tres bloques de valoración

El concurso del Festival de Mérida pivota en torno a tres apartados: la valoración económica, sobre 33 puntos (la UTE tiene 33; Pentación, 21,17); otros criterios de adjudicación cuya valoración es automática, sobre 18 puntos (la UTE tiene 18; Pentación 17,375) y otros criterios de adjudicación cuya cuantificación dependa de un juicio de valor.

Estos son criterios que contemplan actividades dirigidas a menores de 30 años o a personas con discapacidades auditivas o visuales; representaciones en otros teatros de la región (como Medellín o Regina); la recuperación de representaciones de otros años; el festival off; la realización de actividades de temática grecolatina y la cualificación y experiencia del director artístico.

Con respecto a las obras pasadas, la mesa de contratación hace notar que la UTE había establecido obras con actores que han fallecido: "Todo profesional sabe que los elencos se cambian", aduce García Tamarit, que hace notar: "Es muy difícil recuperar obras si tu competidor las tiene todas desde 2012".

"Es muy difícil recuperar obras si tu competidor las tiene todas desde 2012".

Tampoco se puntúan, denuncian, las obras del teatro romano. "Para el concurso que ha hecho el Consorcio, las representaciones a las que van tres mil personas no valen nada. Al igual que no vale la representación de la mujer", indica García Tamarit, que subraya que, con respecto a esto último, "tendría que decir mucho la consejería de Igualdad". Y añade: "El consorcio deberá dar explicaciones de cómo ha preparado el concurso. Imagina que gana otra empresa. Podría hacer lo que le viniera en gana (en el teatro romano)".

Candidatura "entorpecida"

Además, indican que se está "entorpeciendo" su participación en un concurso público que llevaba abierto, recordemos, año y medio: "No hemos podido concursar hasta febrero de este año. En agosto de 2020 la Comisión Jurídica nos dio la razón, pero el gerente del Festival no hizo caso. Hemos tenido que esperar a una comisión jurídica".

"Para el concurso que ha hecho el Consorcio, las representaciones a las que van tres mil personas no valen nada. Al igual que no vale la representación de la mujer"

En los informes de puntuación de las dos empresas, que son públicos, se detallan las propuestas de la UTE "aunque pedimos discreción", pero no las de Pentación: "Mi informe se publica con todo lujo de detalles y el otro no".

García Tamarit ha solicitado "transparencia". Una transparencia que, según la Junta de Extremadura se ha producido porque el concurso ha sido público y las resoluciones están colgadas en la Plataforma de Contratación del Sector Público. La Unión Temporal de Empresas agotará la vía administrativa antes de plantearse otro tipo de acciones.

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