El sector del vino sigue en una situación límite por culpa del descenso en las ventas. A 28 de febrero, según la Asociación de Empresas Vitivinícolas de Extremadura (ASEVEX) las existencias de vino han aumentado considerablemente, un 36%, y alcanzan los 2,88 millones de hectolitros.
Un aumento de existencias en las bodegas que agobia a las empresas, porque, a medida que las viñas brotan para la próxima campaña, en la actual las ventas están siendo muy escasas y los precios cada vez más bajos.
Haciendo un símil, si todos esos 2,88 millones de hectolitros estuviesen embotellados, saldrían unos 384 millones de botellas. Esa es la cantidad que tendrían nuestras bodegas almacenadas. Si ponemos esas botellas en el suelo..llegarían en línea recta a Moscú y, todavía, sobrarían botellas para hacer ese trayecto, ida y vuelta, tres veces.
A la falta de ventas se une que no se vende para cubrir, ni siquiera, los costes. El coste de producción de un litro es 3,5 euros, pero se vende a 2,90. A esto hay que añadirle los gastos de los insumos y los gastos corrientes. Además, se quejan los viticultores, los 30 millones de euros de la destilación de emergencia que pone el ministerio, dicen, son insuficientes.
